
Ya no hay pelotazos de cine, las plataformas y la barbaridad de producciones que debido a las nuevas tecnologías y a su bajo coste, han dado lugar a cientos de miles de films, hace que todo se diluya como gotas de lluvia en el mar.
Los nuevos tiempos que vivimos son particulares, quiero decir que cada uno fija su pelotazo particular como le viene en gana, ya no pintan nada los medios ni las críticas, el espectador es más soberano que nunca y decide que es bueno y que no, sin necesidad de apoyarse en críticas o grandes campañas de publicidad.
Es como los dibujos animados de ahora, o lo que en definitiva ven los niños. Mi generación tenemos a Espinete, Olvier y Benji o El Planeta Imaginario en el recuerdo, coincidimos en eso porque era lo que había y punto. Esa nostalgia colectiva es algo que ya no existirá, porque los niños eligen entre los miles de dibujos que se ofrecen en YouTube sin necesidad de coincidir con otros niños. No digo que esté mal, ni aporto la típica frase “que pena”,pues es lo que hay ahora igual que es lo que hubo en mi infancia y seguramente a mis padres nos les terminaba de pilindolar.
Todo cambia, el modo de ver el cine cambia, y en mi opinión si que veo posible que las pantallas de cine se queden para las grandes superproducciones, ya que gracias a, o por culpa de la pandemia, muchos encontraron la magia de convertir su salón en un cine con las plataformas de streaming.
Todo va cambiando con el tiempo, en una o dos décadas las cosas evolucionan ya sea a mejor o peor, pero evolucionan. Y aunque a nosotros nos parezca horrible ver una gran peli en una pantalla de televisión, a los chavales les parecerá muy divertido y encontrará muchas ventajas en ello, mejor que ir al cine, pensarán.
Todo es cuestión de tiempo, de épocas, y debemos adaptarnos.
El cine es ahora un gran videoclub, pero con la diferencia de que en él encontramos estupendas joyas, y ya no queda reducido al cine de bajo presupuesto chungo que iba directamente al circuito de vídeo. Ahora la calidad es muy superior, y como tal, más difícil de calificar, o al menos que te parece digno de tener en tu videoteca y que no. Aunque esa es otra historia. Los formatos físicos desaparecen y encontrar pelis en Blu-ray o DVD es tarea difícil. Comprar una peli digitalmente no te asegura que sea tuya, y por supuesto esos extras que tenías en el formato físico desaparecen y se pierde un valor añadido que para los cinéfilos era oro puro.
En fin, en mi opinión todo va a menos, pero como he dicho antes, todo depende desde el prisma con el que se mire.