Las primeras estimaciones sobre nuestro corto “Mariela Te Suicida” se corresponden tal y como predije, los festivales más pequeños apoyados u organizados por ayuntamientos rehuyen de lo políticamente incorrecto, y es que este tipo de festivales son más de ver que festivales gordos han cogido según que cosas y seleccionarlas para su escaparate. Tanto es así, que algunos seleccionan cortos premiados o seleccionados en los Goya siendo estos inadmisibles por fecha según sus bases. También son festivales que escogen cortometrajes por sus actores, si son conocidos mejor, pues confían plenamente en que su público sea tan neófito como ellos mismos, y se dobleguen ante los famosos que inundan su sala durante una o dos horas.
Sí, esto último ya lo conocemos los cortometrajistas, he incluso muchos se aferran a este método sin importarles si funciona o no ese perfil para ese personaje, pero cada uno es libre de hacer lo que quiera, en eso no me meto.
Bueno, a lo que venía este post, escribir con cuidado para que la cosa no sea un desastre en festivales. Pues depende, si realmente lo que buscas es un reconocimiento con peso deberás pensar en festivales de peso, esos festivales con profesionales que miraran las obras como es debido, y no con requisitos rancios inclasificables.
La cosa es que en muchas ocasiones he pensado en escribir sobre el maltrato al hombre, idea que he desechado simplemente porque está politizada, y ahora, con los cafres de VOX seguramente se manipularía con fines ideológicos que nada tienen que ver con mi visión del tema.
Con Mariela Te Suicida pasa un poco esto, que el enfoque de la eutanasia es diferente, distinto, y aunque da para debatir, es muy posible que por miedo a confusiones no se seleccione, pues se puede pensar que se frivoliza con un tema que para mi es muy delicado y serio.
Realmente a la hora de escribir un guión para cortometraje terminas influenciado por el criterio de los festivales que has ido conociendo durante años. La libertad de expresión se reprime como aquel que te dice que eres libre de irte de un trabajo sabiendo que hay 3 millones de parados ahí fuera. Quiero decir que puedes escribir lo que quieras, pero si luego no se va a proyectar en ningún sitio, ¿de qué sirve?
Podía haber tratado el tema de una manera lacrimógena, podía haber hecho llorar a todo el mundo con una historia basada en algo tan tremebundo como el derecho a la muerte, pero quise contarlo desde el punto de vista de quien quiere morir, sin necesidad de dar pena, y poniendo sobre la mesa el deseo de morir a un nivel más allá del dolor físico.
Bueno, tenía que expresarme.