No podía resistir hablar de una película que es todo un reto cinematográfico, y una lección de guión, montaje, e interpretación entre muchas otras cosas…
SINOPSIS:
Ivan Locke (Tom Hardy) es un prestigioso capataz de grandes obras que ha tenido que trabajar muy duro para alcanzar su sueño: llevar una buena vida, con un buen trabajo y una familia que le quiere. Sin embargo, un día, en la víspera de su encargo más importante, recibe una llamada que le empuja a tomar una decisión que quizás eche toda su vida por tierra. Desde ese momento tendrá que emprender una peligrosa huida a contrarreloj.
Leyendo la sinopsis puede dar a entender que el personaje recibe la llamada de un asesino que tiene retenida a su familia… y que entonces el tiempo corre en su contra y debe convertirse en el héroe que todos acostumbramos a ver en el cine americano, donde un vulgar padre de familia resulta tener más dotes de guerrero, y donde de pronto sabe utilizar armas, sabe artes marciales, y es más duro que Willis en la jungla de cristal… Pero según van pasando los minutos, y Tom Hardy no se baja de ese BMW, entiendes que lo que se cuece en este film es una historia realista donde un hombre tendrá que enfrentarse a tres situaciones que se unen entre si, y que cada cual es más peliaguda si cabe.
Una hora y media enfocando un hombre, una carretera, y la parte trasera de un coche… y a pesar de todo, se pasa volando, pues los diálogos son tan entretenidos y realistas que a todos nos atrapan.
Muchas veces cuando vas en metro, en cercanías o en el autobús y encuentras una persona hablando por teléfono sobre una ruptura de pareja, un despido o algo semejante, se convierte en todo un interés para ti, debido a que son historias que, o te han pasado, o pueden ocurrirte, y esto te engancha sobremanera haciéndote pensar que harías tú en su lugar, o que hiciste para salir adelante…
Lo mismo ocurre con este film, que en las tres historias puedes verte reflejado de una forma directa, o indirecta… y la precisión con la que Steven Knight escribe y dirige esta cinta, es de admirar… sin salirse del realismo que una persona viviría, el personaje va delatando su frustración y su odio hacia la figura de su padre, el cual le abandonó, y lo cual generó una ira descomunal que al cabo de los años le ha ido pesando más y más…
Este ingeniero de obras con una familia feliz compuesta por su mujer y dos chavales adolescentes… una buena casa, y una vida maravillosa, también comete errores, el error de haber tenido una aventura con una mujer, y asumir que meses después, esa misma noche, esa mujer tendrá un niño, un niño que es su hijo.
Con la acción de asistir al parto y que el niño tenga en su cabeza que su padre, a pesar de todo, estuvo allí… pretende liberarse de la consecuencia que su padre ocasionó antes de morir pidiendo perdón y lamentándose de su “huida”… Pero lo que él no se espera es que su mujer tomará la decisión más lógica, la de separarse, y es que aunque el protagonista muestra una sinceridad asombrosa cuando le dice que no fue más que un calentón y que no sintió, ni siente nada por ella… en la vida real la última opción sería un perdón inmediato de tu pareja… y esto él, no lo ve venir.
Esta es una de las historias que tensan los minutos en el film… las otras dos historias giran en torno a la mujer que va a dar a luz, y el despido de su trabajo, el cual omite para a través del teléfono (como ocurre con todas las historias), termine de realizar su gran obra, esquivando a un jefe que ya no le quiere ahí debido a su improcedente marcha, y utilizando a un obrero para que le ayude a tener todo listo para el día siguiente a primera hora, algo fundamental para poner la guinda al pastel que lleva años cocinando.
Steven Knight hace una buena elección de profesión, evitando el típico hombre de negocios que acostumbramos a ver en el cine de Hollywood, y que no conecta en absoluto con el espectador, llegando a aburrir hasta las vacas…
El film es de 2013, una película redonda que se puso a la altura de los grandes films minimalistas de un sólo personaje en pantalla como puede ser el caso de BURIED (Rodrigo Cortés – 2010), quién sabe, tal vez le viniera de ahí la inspiración al inglés.